martes, 22 de febrero de 2011

¿ FUNCIONAN LAS FEROMONAS?


Feromona

Las feromonas son sustancias químicas secretadas por una especie con el fin de provocar un comportamiento determinado en otro individuo de la misma u otra especie. Son por tanto un medio de señales cuyas principales ventajas son el gran alcance y la evitación de obstáculos, puesto que son arrastradas por el aire.
El término fue acuñado a finales de la década de los cincuenta del siglo XX, a partir de las raíces griegas φέρω (llevar) y ὁρμόνη (estímulohormona). Algunas mariposas, como los machos de Saturnia pyri, son capaces de detectar el olor de la hembra a 20 km de distancia.
Muchas especies de plantas y animales han utilizado diferentes aromas o mensajes químicos como medio de comunicación y casi todas utilizan uno o varios códigos por este medio, tanto para atraerse sexualmente como para otros fines. Estas sustancias tienen además la particularidad de inducir cambios en el comportamiento de los individuos que tienen contacto con ellas.

CUANDO EL AMOR ENTRA POR LA NARIZ


No busque amuletos ni lea revistas que le llevan a adoptar poses estereotipadas y poco efectivas; los seres humanos somos capaces de crear, de manera natural, el más delicado filtro que nos garantiza sensualidad y atractivo sexual. Descubra cómo sacar provecho de él.
Una mujer y un hombre se atraen, intercambian miradas, se reconocen a la distancia y, por fin, se aproximan; escuchan sus voces mientras se observan: rostro, cuerpo, vestimenta; buscan en sus manos algún anillo que delate compromiso conyugal, analizan sus sonrisas. Ella humedece los labios, lo que le indica a él que puede acercarse más; avanza el tiempo y comienzan a tocarse con suavidad, a protegerse. Se besan. En medio de esta escena se encuentra la acción juguetona de Cupido, cuyas "flechas" son, más que una metáfora, químicos que estimulan el deseo sexual: las feromonas.


EL  descubrimiento de estas sustancias segregadas por hombres y mujeres, que se perciben a través de la nariz, se realizó en 1986 gracias a una investigación encabezada por la Dra. Winnifred B. Cutler, egresada de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), quien intuyó acertadamente que los seres humanos contamos con un sistema químico de comunicación sexual, tal y como desde la década anterior se había comprobado que ocurre en el reino animal


En dichos trabajos se analizaron las reacciones de mujeres y hombres expuestos a estos elementos naturales generados por las glándulas apocrinas (conglomerado especial de células productoras de sudor que se localizan principalmente en las axilas y alrededor de los genitales), así como el papel de éstas dentro de las relaciones sexuales, obteniéndose resultados sorprendentes en cuanto al efecto que tienen sobre libido y salud: hacen más atractiva a nuestra pareja, influyen en la fertilidad y alivian algunos síntomas de la menopausia.


¿Cómo huelen tus feromonas?

Para el resto de las especies se trata de algo inconfundible. Cada macho y cada hembra saben qué olor buscan o qué olor les estimula sexualmente. Siempre el de un individuo de su misma especie. Instintivamente saben cuál es, y lo pueden diferenciar entre muchas otras sustancias olfativas.
Para los humanos es distinto. Tenemos un órgano que percibe las feromonas de nuestra especie, pero la percepción es inconsciente. Por decirlo de alguna manera, olemos sin realmente hacerlo. En el interior de nuestra nariz —a unos 6 ó 7 centímetros de los orificios— hay un órgano llamado vomeronasal  , que capta lasferomonas y transmite la información hacia el hipotálamo  .

Conquistando con las feromonas

Si las feromonas no son el mecanismo principal de atracción, podemos fijarnos en otras cosas que son más interesantes. De un vistazo podemos darnos cuenta si la persona nos gusta o no. Si hay interés, entonces habrá que comenzar el coqueteo. Espléndida oportunidad para comenzar a conocer al galán o la galana. Luego vendrán los primeros acercamientos, iniciar la plática. Eso permite confirmar si hay agrado por la forma de pensar, la voz, la inteligencia, los temas de conversación, el trato. Así sabremos si hay compatibilidad.
En este punto, de manera imperceptible, las feromonas ya están actuando. La cercanía permite que lo que nos gustó a través del resto de los sentidos, se vea complementado o no por el efecto de las sustancias químicas que, aunque disimuladas y semiocultas, lleguen a los órganos vomeronasales de los suspirantes. Quizá nos encontremos nerviosos por esa cercanía que nos agrada y sudemos un poco más. Feromonas adicionales para embelezar a quien está con nosotros.


Hay algo más que habla muy bien de nuestro proceso evolutivo. Feromonas como la androsterona (masculina) y la androsteneriona (femenina) no sólo despiertan los impulsos de nuestra sexualidad, sino que intervienen también en la conducta. Bajo sus efectos solemos actuar de manera más cariñosa, afectiva y considerada: una ganancia adicional que fortalece los vínculos de una relación. Son las cosas que nos hacen más humanos.
Como se ve, no es tan malo que hayamos “domado” esa parte instintiva, pero a la vez conservamos una muy interesante parte animal. ¿Dejaremos de bañarnos tan seguido para permitir que nuestra atracción natural trabaje de manera más intensa?

!FOO! PARA NO SUENA NADA CONVICENTE! 



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